Casi un año ha pasado desde que adopté a Rayuela. Esta Minerva de la fundición Richard Gans estaba pintada de verde carruaje, llena de suciedad y con alguna pieza perdida o partida pero en un estado aceptable. La verdad es que aún no está del todo lista. Falta recauchutar los rodillos, cosa que he dejado para más adelante, arreglar los de Guadalupe ya me dejaron la hucha limpia como una patena. Pensé que le valdrían los de otra Minerva igual, Tullida, pero por dos milímetros no se adapta a los brazos. Será mi próximo regalo de cumpleaños.

Feliz obsolescencia